jueves, 20 de noviembre de 2008

¡qué hambre!

Cocíname si quieres, pero con cuidado; odiaría que me echaras a perder.
Para empezar salpiméntame al gusto. Recuerda que la carne mejor sabrosa que sosa y un punto picante me realzará el sabor.
Amásame sin prisas. Ten en cuenta que con un poco de paciencia y habilidad puedo coger la forma que quieras. Si en este punto ves que me quedo seco añádeme algo de salsa. Valdrá la tuya propia.
Antes de hornearme comprueba que la temperatura que has puesto sea la adecuada, presta atención a que no me arrebate.
Sírveme tal cual, sin adornos. Si me acompañas con vino, mejor que sea suave y no disimule mis matices.
Repite cuantas veces quieras. Ni empacho ni engordo

No hay comentarios: